Este viernes estuve todo el día pensando. Decidí no ir a trabajar para reponerme de la super-semana que tuve en los otros aspectos no-laborales (docencia, clases, la vida en si misma). Me levanté medianamente temprano, y sabía que tenía que limpiar la cripta, ya no soportaba tanta pelusa y tanta insinuación del ambiente; era como que lo observaba y en cualquier momento iba a reventar de mugre por todos lados, ropa por acá, ropa por allá, la pileta de la cocina llena de vajilla, el baño pedía a gritos una lavadita con hipoclorito...Y como dice la persona que me inspiró este post, había que bajarle la entropía al lugar.
Todo iba bien. Es más, muy bien, pues estaba relajado, sabía que iba a tener mi merienda de los viernes con alguien a quien aprecio mucho...Tanto que le tomé cariño, ¿me explico? Pero cuando no se dan las cosas, yo no sé porqué me gasto en insistir. Anyway, promediando el mediodía tenía tantas ganas de seguir arreglando el lugar, que decidí no almorzar y merendar bien merendado. Llegadas las 15 hs, me decidí por ir a hacer las compras (la semana de estudio hizo estragos no sólo en mi dieta, sino también en mi heladera y stock de comida) y de paso pegarle un llamado a esta personita con la que me encontraba a merendar. ¿Concretamos encuentro? Sep. A las 16.15 hs nos encontramos, donde siempre. Saludo bien afectivo pues era la primera vez que lo veía desde que se había mudado solo. Y charlamos. De todo, de las vidas que tenemos, de los padecimientos, de los éxitos, de las vidas que queremos. Invité yo, esta vez era mi turno. Respiro hondo....no hay señal de lo que quiero de él, y en lugar de alegrarme, pelotudamente, me bajoneo un cacho. Pero yo soy así, y si no sintiera nada cuando vuelvo a casa dp de tales encuentros, no sería yo y me engañaría.
Y quedó latente su recuerdo por unos ratos. Ratos suficientes para inspirarme y mandarle un mensaje vía Facebook que me hiciera de pata para terminar de aclararle lo que siento, y que lo que él quiere volver a sentir en otra persona, puede ser compatible con mi sentimiento. Pero nop...Tristeza a la madrugada cuando leo la respuesta y me doy cuenta que o no vio en mi mensaje lo que yo quería que viera o lo vió y la mirada se hizo al costado...o para abajo, dejándome claro que más que amistad, no se podrá dar. Y yo, gracias a la cantidad de situaciones similares en mi vida, de que nada me funca orgánicamente, he aprendido a decir suficiente. Tal vez no era para mí o yo no era para él.
En fin, se venía la noche y se venía una amiga a cambiarse y cenar al depto, porque teníamos fiesta en la Facultad...¡¡¡Qué fiesta!!! Y a eso viene este post, mi página de diario no-íntimo que quiero compartir con el que pase por aquí o quiero tener cerca para volver a leer esas noches de desvelo tan comunes en mi vida...Esa noche de fiesta me sentí deseado, me sentí que puedo hacer que alguien guste de uno, y lo mejor de todo, es que si bien estoy cambiando un cacho físicamente, al parecer, la actitud y las ganas de estar como Dios manda, pueden más que cualquier otra cosa...tres es el número, pero sólo uno logró su cometido, mi cometido...Y es tan loco el mundo que fue a minutos de terminar la fiesta y de la forma que me hubiera gustado que sucediera pero años atrás jejeje...Amigo de un amigo...Trabajan juntos, Ok? Nunca nos cruzamos...Imposible dirás! Sip...Pero esa noche todo era posible, sabía que podía pasarla bien pero esto superó mis expectativas...Alegre, sonrisa transparente, alto, hermoso, alegre (si, otra vez!), vivaz, inteligente, un loco lindo, un libro de aventuras e historia abierto de par en par...Tanto, tal vez, que me asusta de no poder seguirle el ritmo y espantarlo por ser tan pasivo en las conversaciones y no poder parar de mirarle sus ojos a media luz con los míos bien abiertos y quedarme fascinado frente a su vida y la pureza con la que te habla...Me hacía preguntar en mi cabeza cosas como, mmm me siento una criatura de doce años frente a vos, bonito...No tendría que haber puesto como prioridad la Facultad en todos estos años...Tendría que haberla puesto en buscarte y encontrarte para estar más tiempo a tu lado....Ahora, sólo me falta escucharte, pero a solas y en silencio.
Y del tiempo y la vida necesito para que nos podamos dar esa oportunidad. Hoy, sólo en la casa de mis viejos, brindaré por eso. Es tan bonito estar así como estoy. Me levantaste justo cuando no podía enrocar el bajón de estar solo. Ojalá sigamos jugando este ajedrez del enamoramiento y cuando sea necesario me pidas tablas. Yo estaré aquí, esperando nos demos ese empate.
Todo iba bien. Es más, muy bien, pues estaba relajado, sabía que iba a tener mi merienda de los viernes con alguien a quien aprecio mucho...Tanto que le tomé cariño, ¿me explico? Pero cuando no se dan las cosas, yo no sé porqué me gasto en insistir. Anyway, promediando el mediodía tenía tantas ganas de seguir arreglando el lugar, que decidí no almorzar y merendar bien merendado. Llegadas las 15 hs, me decidí por ir a hacer las compras (la semana de estudio hizo estragos no sólo en mi dieta, sino también en mi heladera y stock de comida) y de paso pegarle un llamado a esta personita con la que me encontraba a merendar. ¿Concretamos encuentro? Sep. A las 16.15 hs nos encontramos, donde siempre. Saludo bien afectivo pues era la primera vez que lo veía desde que se había mudado solo. Y charlamos. De todo, de las vidas que tenemos, de los padecimientos, de los éxitos, de las vidas que queremos. Invité yo, esta vez era mi turno. Respiro hondo....no hay señal de lo que quiero de él, y en lugar de alegrarme, pelotudamente, me bajoneo un cacho. Pero yo soy así, y si no sintiera nada cuando vuelvo a casa dp de tales encuentros, no sería yo y me engañaría.
Y quedó latente su recuerdo por unos ratos. Ratos suficientes para inspirarme y mandarle un mensaje vía Facebook que me hiciera de pata para terminar de aclararle lo que siento, y que lo que él quiere volver a sentir en otra persona, puede ser compatible con mi sentimiento. Pero nop...Tristeza a la madrugada cuando leo la respuesta y me doy cuenta que o no vio en mi mensaje lo que yo quería que viera o lo vió y la mirada se hizo al costado...o para abajo, dejándome claro que más que amistad, no se podrá dar. Y yo, gracias a la cantidad de situaciones similares en mi vida, de que nada me funca orgánicamente, he aprendido a decir suficiente. Tal vez no era para mí o yo no era para él.
En fin, se venía la noche y se venía una amiga a cambiarse y cenar al depto, porque teníamos fiesta en la Facultad...¡¡¡Qué fiesta!!! Y a eso viene este post, mi página de diario no-íntimo que quiero compartir con el que pase por aquí o quiero tener cerca para volver a leer esas noches de desvelo tan comunes en mi vida...Esa noche de fiesta me sentí deseado, me sentí que puedo hacer que alguien guste de uno, y lo mejor de todo, es que si bien estoy cambiando un cacho físicamente, al parecer, la actitud y las ganas de estar como Dios manda, pueden más que cualquier otra cosa...tres es el número, pero sólo uno logró su cometido, mi cometido...Y es tan loco el mundo que fue a minutos de terminar la fiesta y de la forma que me hubiera gustado que sucediera pero años atrás jejeje...Amigo de un amigo...Trabajan juntos, Ok? Nunca nos cruzamos...Imposible dirás! Sip...Pero esa noche todo era posible, sabía que podía pasarla bien pero esto superó mis expectativas...Alegre, sonrisa transparente, alto, hermoso, alegre (si, otra vez!), vivaz, inteligente, un loco lindo, un libro de aventuras e historia abierto de par en par...Tanto, tal vez, que me asusta de no poder seguirle el ritmo y espantarlo por ser tan pasivo en las conversaciones y no poder parar de mirarle sus ojos a media luz con los míos bien abiertos y quedarme fascinado frente a su vida y la pureza con la que te habla...Me hacía preguntar en mi cabeza cosas como, mmm me siento una criatura de doce años frente a vos, bonito...No tendría que haber puesto como prioridad la Facultad en todos estos años...Tendría que haberla puesto en buscarte y encontrarte para estar más tiempo a tu lado....Ahora, sólo me falta escucharte, pero a solas y en silencio.
Y del tiempo y la vida necesito para que nos podamos dar esa oportunidad. Hoy, sólo en la casa de mis viejos, brindaré por eso. Es tan bonito estar así como estoy. Me levantaste justo cuando no podía enrocar el bajón de estar solo. Ojalá sigamos jugando este ajedrez del enamoramiento y cuando sea necesario me pidas tablas. Yo estaré aquí, esperando nos demos ese empate.